El 17 de octubre, Día de la Lealtad Peronista, Cristina Fernández de Kirchner utilizó su cuenta en la red social “X” (ex Twitter) para hacer una dura crítica al actual ministro de Economía, Luis Caputo. En un contexto marcado por las tensiones internas del peronismo, la exmandataria no escatimó en adjetivos al referirse al funcionario, a quien catalogó como “endeudador serial” y “ampliador social”, en un tono que muchos interpretaron como soberbio y burlón.
La periodista Elizabeth Peger, del programa “Modo Fontevecchia”, leyó el mensaje de Fernández de Kirchner, que incluía una ironía evidente al mencionar la frase “esta mujer”, refiriéndose a sí misma. La exmandataria interpeló a Caputo, planteando la necesidad de “enderezar y ordenar al peronismo”, en un claro golpe a la gestión actual y, por extensión, a los gobernadores peronistas que podrían estar ali.
Las declaraciones de Caputo, realizadas durante el Coloquio de IDEA, provocaron una reacción inmediata en la política argentina, intensificando las divisiones dentro del peronismo. Su alusión a la necesidad de un cambio en el rumbo del partido resonó en un contexto donde las diferencias ideológicas se acentúan. Fernández de Kirchner, al cuestionar la capacidad del ministro para manejar la economía del país, también apuntó a la falta de cohesión dentro del movimiento.
Este cruce de declaraciones pone de manifiesto no solo las tensiones internas del peronismo, sino también la compleja dinámica de poder en el gobierno actual, donde la figura de Fernández de Kirchner sigue siendo influyente. En este contexto, el Día de la Lealtad Peronista se convierte en un escenario no solo de celebración, sino de confrontación política.